¿Está el alcohol dañando tu hígado?
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Especialistas en aparato digestivo y psiquiatras tienen que trabajar juntos para tratar a las personas con enfermedad hepática relacionada con el alcohol, una de las enfermedades más prevalentes del hígado, que no da señales de alerta y para la cual no hay un tratamiento específico. Las mayores probabilidades de éxito terapéutico son las de equipos multidisciplinares en los que, además de esos especialistas, trabajan profesionales que abordan la dimensión social de esta condición.
Estas son las ideas clave que explicará Joaquín Cabezas, especialista del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla (Santander) en su ponencia sobre la cuestión en el LXXXII Congreso de la SEPD, que se va a celebrar en Sevilla entre el 8 y el 10 de junio.
Al no tener manifestaciones específicas hasta que ha avanzado, es importante prestar atención a algunos signos iniciales que pueden asociarse con esta enfermedad: hipertrofia paratiroidea (agrandamiento de las glándulas salivales cerca de la mandíbula), fibrosis en la palma de la mano y rinofima (aumento del grosor de la nariz). Entre los factores de riesgo están el sexo (las mujeres metabolizan peor el alcohol en el estómago), consumo elevado de alcohol, obesidad y sobrepeso, diabetes, factores genéticos y otras condiciones hepáticas.
No sabes cuánto bebes
«La enfermedad hepática por alcohol es una de las patologías más prevalentes del hígado y suele producirse cuando el paciente tiene un consumo elevado y continuado de esta sustancia (más de 20 gramos de etanol al día en mujeres y 40 en hombres) e, incluso, menor en situaciones donde haya otros factores (obesidad, diabetes u otra enfermedad hepática subyacente)», indica Cabezas.
«Además, las personas cuantifican con dificultad la cantidad de alcohol que ingieren realmente, lo que supone la primera dificultad para su diagnóstico y tratamiento, ya que los especialistas en digestivo no disponemos habitualmente de biomarcadores precisos para identificar el consumo de riesgo».
El experto también alerta sobre el estigma que rodea a esta enfermedad. «Actualmente debemos evitar términos que pueden ser despectivos como «alcohólicos, sino hablar de personas con trastorno por consumo del alcohol. Y ya no hay un consumo abusivo o excesivo del alcohol, sino de riesgo», explica el experto, quien pide concienciar a la población sobre el alcohol y las consecuencias más allá de la enfermedad hepática (como, por ejemplo, el cáncer).
No hay cantidad saludable
Asimismo, indica que «no hay un consumo saludable ni seguro de alcohol, y la concienciación es la mejor herramienta para prevenir». Como el diagnóstico no es sencillo, sobre todo en etapas iniciales, en España no hay un registro que indique cuántas personas padecen esta patología. «Algunos estudios recientes indican que la incidencia de cirrosis relacionada con el alcohol en España es de 4,4 mujeres y 14,6 hombres por cien mil habitantes. En dos de cada tres personas con cirrosis, el alcohol es la causa». Existen otros datos que pueden ofrecer indicios del número de pacientes con esta condición, como la proporción de ingresos por enfermedades relacionadas con el hígado, que ha aumentado de forma considerable.